Los supervisores del condado se dividen en las llanuras
Si bien no estoy de acuerdo con que el petróleo y el carbón sean más limpios que la energía eólica y la solar, los equipos, partes, etc. de la energía solar y eólica que se fabrican en China, se fabrican con electricidad generada por carbón. Ese es un buen ejemplo de ironía situacional a través de expectativas contrastadas con lo que realmente está sucediendo.
Sobre los minerales de tierras raras, citaré la revisión de Harvard International. Primero esto: "En total, por cada tonelada de tierras raras se producen 2.000 toneladas de residuos tóxicos". Luego, la segunda cita para ofrecer un contexto más amplio: "Por cada tonelada de tierras raras producida, el proceso minero produce 13 kg de polvo, entre 9.600 y 12.000 metros cúbicos de gases residuales, 75 metros cúbicos de aguas residuales y una tonelada de residuos radiactivos. Esto se debe a El hecho de que los minerales de tierras raras contienen metales que, cuando se mezclan con productos químicos de estanques de lixiviación, contaminan el aire, el agua y el suelo. Lo más preocupante es que los minerales de tierras raras a menudo están mezclados con torio y uranio radioactivos, lo que resulta en efectos especialmente perjudiciales para la salud. En total, por cada tonelada de tierras raras se producen 2.000 toneladas de residuos tóxicos".
https://hir.harvard.edu/not-so-green-technology-the-complicated-legacy-of-rare-earth-mining/
De Sciencedirect.com (sitio de archivo de artículos científicos), un fragmento de un estudio finlandés encontró algo que todos ya sabemos intuitivamente, pero aquí está: "la minería y el procesamiento son una de las principales industrias emisoras de GEI a nivel mundial". y luego señala: "El cálculo detallado muestra que un aumento del 1% de la producción de energía verde representa aproximadamente un aumento del 0,90% de las emisiones de GEI en la fase de explotación, incluidas las etapas de minería, procesamiento y producción".
Ambos artículos señalan la ironía de la situación y concluyen que superar esta fase es esencial para luchar contra el cambio climático. El estudio finlandés es una mirada libre de emociones.